Glucosamina y Chondroitin, los aliados perfectos para tu salud articular

La salud articular, especialmente en personas de la tercera edad con osteoartritis y atletas con alta actividad física, puede ser protegida con el consumo de Glucosamina y Chondroitin. Actualmente, estos componentes se combinan con otros para ofrecer mayor protección y eficacia en el tratamiento de las articulaciones, en particular los cartílagos.

La Glucosamina está disponible en presentaciones sintéticas como N-Acetilglucosamina y Sulfato de Glucosamina, una combinación de glucosamina con sal. Aunque no está presente en la dieta, el cuerpo puede producirla a partir de glucosa y aminas. Es fundamental para la formación del cartílago, potencia la creación de proteoglicanos y aumenta el líquido sinovial en las articulaciones, lo que reduce los impactos físicos y previene la osteoartritis.

La Chondroitin, también conocida como Condroitina, puede provenir de fuentes naturales como cartílago bovino o de tiburón, o ser producida en laboratorios. Ayuda a regenerar y reconstruir cartílagos, mejora la movilidad y alivia dolores e inflamaciones causados por lesiones o el envejecimiento.

La combinación de Glucosamina y Chondroitin con Magnesio amplifica sus beneficios, ayudando a relajar los músculos, mejorar el descanso y potenciar sus efectos.

Para observar mejoras, se recomienda un consumo mínimo de 3 meses, aunque algunos estudios indican resultados desde las 2 semanas.

Estos suplementos son seguros para la mayoría de las personas, pero deben tomarse bajo supervisión médica, especialmente en casos de diabetes o alergia a mariscos, ya que parte de la glucosamina se obtiene de las cáscaras de estos. No se recomienda su uso durante el embarazo o la lactancia.

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